Introducción a su salud intestinal

Afortunadamente, la modulación microbiana ya no es teórica. Aumentar la fibra dietética fomenta el crecimiento de microbios beneficiosos que producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC), moléculas imprescindibles que refuerzan la barrea intestinal, favorecen el equilibrio de la respuesta inmunológica y contribuyen a la resiliencia intestinal. Otros enfoques, como la suplementación con pro y prebióticos también han demostrado su influencia en la actividad microbiana.

A medida que la investigación avanza, es cada vez más evidente que la composición microbiana solo cuenta una parte de la historia. Lo importante, en último término, no es solo qué microbios están presentes, si no qué hacen: su producción metabólica. En otras palabras, la función microbiana tiene efecto en la salud general.

Este cambio de enfoque ha puesto los metabolitos (compuestos pequeños bioactivos producidos por la microbiota intestinal) en el punto de mira. Los metabolitos actúan como mensajeros, interactúan con los receptores del cuerpo e influyen en los procesos fisiológicos fundamentales como las señales inmunológicas, la integridad de la barrera intestinal, el equilibrio energético e incluso la función cerebral. Entre los que más afectan a la fisiología se encuentran los metabolitos derivados del triptófano, un aminoácido esencial cuya vía dentro del intestino se ve ampliamente afectada por la salud y la composición de la microbiota intestinal.  

Resumen rápido 

• La dieta, especialmente la ingesta de fibra y polifenoles, tiene potencial para mejorar la composición de la microbiota y restaurar el equilibrio microbiano, lo que favorece la producción de metabolitos beneficiosos para la salud.  
• Por contra, unos hábitos de vida y unas elecciones dietéticas pobres inducen alteraciones microbianas y aumentan la producción de metabolitos asociados con el estrés y el desequilibrio.